¿Podés malcriar a tu bebé?
- Claudia López
- hace 6 días
- 2 Min. de lectura
“Si lo tenés tanto en brazos se va a malcriar.”“Lo estás acostumbrando a los brazos.”“Si llora, dejalo un poquito solo, si no se va a hacer dependiente.”
Seguramente escuchaste alguna de estas frases. Son ideas muy instaladas, transmitidas de generación en generación, pero que no tienen base científica. En realidad, los bebés no pueden “malcriarse” por necesitar brazos, contacto o cercanía. Lo que están pidiendo es seguridad.

El cerebro del bebé y la necesidad de sentirse seguro
Durante los primeros años de vida, el cerebro del bebé está en pleno desarrollo. Una de sus tareas más importantes es aprender a regular sus emociones, y para eso necesita la ayuda del adulto. Cuando un bebé llora y alguien lo sostiene, su cuerpo recibe señales de calma: baja el nivel de cortisol (la hormona del estrés) y aumenta la oxitocina (la hormona del vínculo). En ese momento, su sistema nervioso entiende: “estoy a salvo.”
Esa sensación de seguridad es lo que le permite, más adelante, explorar, jugar, aprender y confiar. En otras palabras, un bebé que se siente seguro hoy, será un niño o niña más autónomo mañana.
Brazos, olor, voz: señales de seguridad
Los seres humanos somos mamíferos. Y, como todos los mamíferos, los bebés nacen preparados para sobrevivir gracias a la cercanía de su referente de cuidado. No pueden razonar que están en una casa, protegidos de los peligros. Lo que perciben son estímulos: la luz, los ruidos, los olores. Su cerebro no distingue si hay o no un depredador cerca. La única forma que tienen de sentirse a salvo es a través del contacto físico y la presencia de su cuidador o cuidadora.
Por eso, hay bebés que necesitan estar más en brazos que otros. No es un “capricho”, ni un “vicio”: es su manera de decir “te necesito cerca para sentirme seguro”.
¿Qué pasa cuando sostenés a tu bebé?
Cada vez que levantás a tu bebé, que lo calmás con tu voz, con tu olor, con tu calor, estás ayudando a su sistema nervioso a aprender que el mundo es un lugar seguro.Estás construyendo el vínculo de apego, la base sobre la cual se desarrollarán la confianza, la curiosidad, el aprendizaje y la empatía.
Así que no, tener a tu bebé en brazos no lo malcría. Lo regula. Lo calma. Le enseña que puede confiar.
En resumen
Los bebés no pueden manipular ni malcriarse.
Necesitan brazos, contacto y cercanía para sentirse seguros.
La seguridad emocional es la base del desarrollo saludable.
Un bebé sostenido hoy será un niño o niña más seguro mañana.







