Parteras y Doulas: ¿Rivalidad o roles complementarios?
“Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera”
Martín Fierro
Fuente de la imagen: UNFPA
A raíz del siguiente artículo del Diario el Obervador considero preciso tomarnos un momento de reflexión respecto al rol de la partera en nuestro país. Un trabajo tan antiguo como la humanidad misma, lleno de pasión y vocación, que da la bienvenida a la vida con cada llanto nuevo de un recién nacido.
Hace algunos años, de la mano del Instituto Perinatal del Uruguay, comenzaron a formarse Doulas en nuestro país, buscando dar respuesta a la urgencia de humanizar ciertas prácticas del nacimiento. Se trabajó arduamente en esa época con madres adolescentes o mujeres solas, sin apoyo ni acompañante, tanto en el embarazo como en el nacimiento. Con el correr del tiempo, el rol de la Doula se fue afianzando, y está presente hoy en día como un técnico de la salud válido para acompañar EMOCIONALMENTE a la mujer y su familia durante el trabajo de parto. Vale aclarar que este fenómeno no se dio únicamente en Uruguay, sino que es mundial. Hay países en donde cuentan con doulas hospitalarias, de guardia junto con la partera y el médico ginecólogo. Pues la idea es un trabajo en equipo, complementario.
Entonces ¿Cuándo surge la rivalidad entre las parteras y las doulas?
En un mercado tan pequeño como el nuestro, nos cuesta lidiar con aquellos roles que cumplen tareas similares, aunque estas sean bien distintas. Veamos algunas diferencias:
En nuestro país, las parteras necesitan regular su trabajo, pero esto va mucho más allá de las existencia o no de las doulas. Pensemos en cuantos nacimientos sin complicaciones son atendidos por médicos ginecólogos, cuando eso corresponde a la partera. ¿Cuántos controles de embarazos de bajo riesgo con seguidos y monitorizados por médicos, en vez de parteras?
Desmerecemos tan preciado rol al mendigar que ellas son las responsables de los talleres de parto. Las parteras son parte del equipo responsable de todo el proceso de embarazo y nacimiento saludable.
No puedo dejar de vincular esta temática con la fecha que se aproxima, el 8 de Marzo, día de la mujer. Un ámbito tan femenino como es el embarazo y nacimiento, que es atendido principalmente por hombres. Un proceso tan natural como la vida misma, con tasas de y cesárea que pueden llegar al 70%. ¿Y nuestra respuesta a esta realidad es una rivalidad entre parteras y doulas?
La partera brinda asistencia para un parto fisiológico, la Doula apoyo emocional. ¿No es acaso una ecuación fenomenal para que la mujer sea realmente protagonista?
Pues recordemos que esta es la gran verdad: la mujer y su bebé son los únicos protagonistas y dueños de su historia de nacimiento. El resto del personal acompaña para que sea la mejor historia posible para recordar.
Mujeres, se aproxima nuestro día. ¡Que sea una excusa para unirnos y potenciar la labor que cada una hace!