La regulación emocional del adulto. ¿Cómo hacer para no estallar?

Siempre digo lo mismo, nade es primo hermano del Dalái Lama. Los niños y niñas pequeñas pueden "sacarnos de quicio".
Que levante la mano quien ha gritado más de lo que quería, dar un portazo, o decir cosas que realmente no siente ni piensa. 🖐 Yo soy la primera en reconocerlo
Desde los 18 meses a los 3 años aprox, los niños están en un momento pico de regulación emocional. Es la época conocida como de berrinches, el "yo solito" y el "por qué" insistente.
Cuando se dan berrinches o momentos de desregulación de los niños y niñas, es importante como adultos acompañar y contener, pero no siempre es fácil. Por eso es importante conocer como regularnos nosotros primero.
Lo primero es conocer nuestro punto de inflexión emocional. Es ese segundo previo a estallar y actuar impulsivamente. Para ello, es importante identificar nuestras propias emociones, conocernos, ser consientes de lo que va pasando en nuestro cuerpo.
Por ejemplo, supongamos que llegas a la tarde a tu casa, vienes cansado/a, fue un día largo y necesitas preparar la cena. Juanito, quien no ha querido dormir la siesta, se emociona aún más al verte, y empieza a hacer todo lo que ya sabe que "está mal". Le dices una, dos, tres veces que deje de hacerlo. Pero no tienes respuesta. Ya a la cuarta vez, lo tomas fuerte del brazo, y gritas desmedidamente...
En este caso, el punto de inflexión estaría en la tercera vez que dices que no. Es ese segundo previo a estallar.
Al conocer tu punto de inflexión, puedes hacer algo para auto-regularte, Tomas consciencia de que estás por estallar y haces algo concreto para amortiguar tu enojo, frustración, etc.
¿Qué puedes hacer? Para saberlo, te recomiendo que pienses en qué cosas te ayudan naturalmente a tranquilizarte y sentirte mejor.
Algunas estrategias populares:
El retirarse de la situación es una de las grandes estrategias. Salir del cuarto, ir al baño, salir a la calle a dar una vuelta manzana, cualquier actividad que te aleje de la situación y te distraiga hasta que te sientas más tranquila/o.
Pedir apoyo a otro adulto. Conocer las fortalezas de los adultos referentes nos puede ayudar mucho. Quizás el padre, una abuela pueda gestionar mejor ciertas situaciones. No te sientas mal por esto, tú también estás aprendiendo. Mira qué hace el otro adulto, y en la próxima vez, puedes probar de imitarlo.
Cambiar el ambiente. Puedes poner música, cambiar la iluminación, cualquier cambio que modifique el ambiente y ayude a regular las emociones. Por ejemplo, ponerse a bailar con los más chiquitos ayuda a que todos descarguen sus emociones.
Bajar las expectativas. Quizás no sea el mejor día para preparar una lasaña, por ejemplo. Quítate preocupaciones o actividades de la mente, para estar más despejada/o y poder acompañar la situación presente.
Cuéntame. ¿Qué otras estrategias te ayudan?
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