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El uso de sonido blanco en bebés



El sueño en los bebés es una de las preocupaciones más grandes en los padres recientes. Es frecuente la pregunta: ¿cuándo va a dormir toda la noche?, o sin ser tan ambicioso, ¿cuándo va a dormir algunas horas de corrido?


En algunos casos, acompañar a nuestros bebés en su proceso de crecimiento, puede ser un desafío cansador, pues hay niños con más despertares que otros, y cada familia encontrará aquellas estrategias que mejor le sirvan para poder descansar.

En este sentido, en los últimos años se ha popularizado el uso del sonido blanco, con la idea de que ayuda a conciliar y mantener el sueño. Pero, ¿qué es lo que sabemos realmente sobre este tema?


El sonido blanco es un tipo de resonancia monótona, sin cambios rápidos de volumen. Es similar a los sonidos de la naturaleza como la lluvia, o el sonido del mar. También se puede comparar con el sonido de una secadora o aspiradora que funciona silenciosamente. Se cree que para el bebé resulta relajante porque imita el fenómeno acústico que experimenta en el útero materno: escuchando el latido cardíaco, el bombeo de la sangre y los sonidos externos filtrados por el líquido amniótico.


Además, se entiende que estos sonidos blancos pueden enmascarar otros ruidos ambientales perturbadores. Se ha visto que, en pacientes en unidades de cuidado intensivo, ese tipo de sonidos les resulta muy beneficioso.[1]


Pero ¿qué sucede en los bebés?


Sobre el uso del ruido blanco en bebés hay muy pocas investigaciones. Algunas de mejor calidad que otras, pero todas con una muestra pequeña de niños. Una de las más relevantes se realizó con una muestra pequeña de 40 bebés.[2] Además, en estos estudios resulta muy difícil separar completamente las variables, pues una noche quizás el bebé duerme mejor, pero ¿realmente se puede saber que fue por el sonido blanco? y ¿no por la rutina de ese día, porque amamantó o porque no tiene cólicos?


Por otro lado, existen estudios en ratas que plantean que el uso prolongado de ruido blanco en estas primeras etapas del desarrollo puede tener impactos nocivos en el área auditiva, principalmente en la recepción y codificación del sonido.[3]


Frente a esta preocupación, la Academia Americana de Pediatría estudio los distintos aparatos que se venden en el mercado de sonido blanco para bebés, y encontró que todos excedían los límites recomendados, y frente a un uso prolongado, podría tener un impacto negativo en el desarrollo de esos niños.[4] Por esta razón, recomienda:
1. Colocar el aparato que emita sonido blanco lo más lejos posible del bebé y nunca en la cuna o en la baranda de la cuna.
2. Reproducir el aparato a bajo volumen.
3. Utilizarlo por un período corto de tiempo.

Con toda esta información, está claro que no contamos con suficientes estudios como para tener ninguna certeza. En principio, si se utiliza bajo las recomendaciones de la AAP, asumimos que no tendría efectos nocivos, pero la realidad es que no hay estudios longitudinales que puedan afirmarlo.


Como muchas cosas en la crianza, los padres y madres tenemos que tomar decisiones en base a lo que nos parezca o resulte mejor para la realidad particular de cada uno.

Recordemos que, el sueño en los bebés, es un proceso evolutivo y hasta los 4 años son esperables los despertares en la noche. Las dolencias físicas, como puede ser la salida de los dientes, los cólicos, alergias, etc. pueden afectarlo, así como las experiencias emocionales y los saltos en el crecimiento.


El sonido blanco puede llegar a ser una herramienta en ciertos casos, pero claramente no sustituye las buenas prácticas de sueño para con los bebés, así como tampoco el abrazo cálido y afectuoso de un papá o una mamá que lo consuela frente a un despertar.


Referencias: [1] Farokhnezhad Afshar P, Bahramnezhad F, Asgari P, Shiri M. Effect of White Noise on Sleep in Patients Admitted to a Coronary Care. J Caring Sci. 2016;5(2):103-109. Published 2016 Jun 1. doi:10.15171/jcs.2016.011 [2] Spencer JA, Moran DJ, Lee A, Talbert D. White noise and sleep induction. Arch Dis Child. 1990;65(1):135-137. doi:10.1136/adc.65.1.135 [3] Chenchen Xia, Manli Yin, Ping Pan, Fanghao Fang, You Zhou & Yonghua Ji (2019) Long-term exposure to moderate noise induces neural plasticity in the infant rat primary auditory cortex, Animal Cells and Systems, 23:4, 260-269, DOI: 10.1080/19768354.2019.1643782 [4] Sarah C. Hugh, Nikolaus E. Wolter, Evan J. Propst, Karen A. Gordon, Sharon L. Cushing, Blake C. Papsin Infant Sleep Machines and Hazardous Sound Pressure Levels. Pediatrics Apr 2014, 133 (4) 677-681; DOI: 10.1542/peds.2013-3617

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