Sobre el colecho seguro y responsable.

El sueño en los niños y en los bebés siempre ha sido un tema polémico. Existen diversas opiniones, libros y hasta métodos establecidos que dicen ayudar a dormir a los pequeños. Finalmente los padres nos encontramos “haciendo malabares” para poder conciliar algunas horas corridas de sueño y así lograr el descanso tan necesario para la familia.
Entre las distintas formas de descansar, encontramos el “colecho”. Pero, ¿qué es esto? En palabras sencillas es el acto de dormir en la misma cama junto con alguien. En nuestra cultura se acostumbra que las parejas compartan la cama. Pero en otras culturas, y en distintos momentos de la historia, el lugar donde se duerme es compartido por distintos miembros de la familia, entre ellos los niños y bebés.
Si analizamos la historia de nuestra humanidad, las formas de dormir que se han practicado se acercan mucho más al colecho que a las prácticas actuales en nuestra cultura occidental. Como dato curioso, en Japón, una cultura civilizada, que no se destaca por sus índices de delincuencia ni de adultos trastornados, aún hoy en día se mantiene el colecho de padres e hijos hasta los 7 años. Asimismo, en Austria, los médicos indican que los bebés duerman con sus padres, y sean cargados la mayor parte del tiempo posible.
Es decir que las formas de dormir corresponden a momentos sociales, a prácticas culturales. No existe una verdad absoluta, una única forma de dormir. No se puede cuestionar o juzgar si dormir con tu bebé es “bueno” o “malo” porque, en definitiva, es solamente dormir.
Colecho seguro Es importante conocer que existen algunas pautas de seguridad a la hora de compartir la cama con un bebé. ¿Por qué sería necesario tener medidas de seguridad si es algo cultural? Porque las formas de practicarlo pueden ser peligrosas para los niños, sobre todo para los bebés.
Hay distintas investigaciones que relacionan el colecho con la muerte súbita, y este es un dato importante a tener en cuenta.
Liga de la Leche ha descrito algunas pautas que llaman “Medidas de Colecho seguro” (LA LECHE LEAGUE INTERNATIONAL (LLL). “La Leche League International Supports Bedsharing for Certain Breastfeeding Mothers.Illinois” (PRWEB) May 22, 2013):
1. No se fuma dentro de la casa, ni ningún miembro del núcleo familiar fuma (esto incluye que la madre no haya fumado durante el embarazo) 2. Los adultos no tienen ningún impedimento físico, ni están bajo los efectos de alcohol ni drogas (incluye medicación que pueda alterar el estado del adulto, por ejemplo relajantes musculares). 3. La madre da de mamar. 4. El bebé es saludable. 5. El bebé es acostado sobre su espalda (duerme “boca arriba”) 6. El bebé no está sobre abrigado 7. La cama está libre de objetos y espacios vacíos que puedan comprometer la respiración del bebé.
Cuando estas medidas están presentes no se corre ningún riesgo adicional. (Carpenter R, McGarvey C, Mitchell EA, Tappin DM, Vennemann MM, Smuk M, et al. Bed sharing when parents do not smoke: is there a risk of SIDS? An individual level analysis of five major case-control studies. BMJ Open. 2013;3(5).)
Algunas veces la madre queda dormida sobre un sillón al dar de mamar en la madrugada. Esto es mucho más peligroso que el colecho planificado en la cama matrimonial. En la consulta con el pediatra, muchas veces se encuentran con padres que dicen que no duermen con sus bebés, cuentan que tiene su cuna y que duerme allí en la noche. Pero al indagar con más profundidad, relatan que en ocasiones se quedan dormidos junto al bebé, o ante la frustración del llanto nocturno, terminan compartiendo la cama.
Por esta razón es fundamental quitar el tabú del colecho, y conversar sobre las medidas de seguridad del mismo. Si lo negamos, no hacemos más que poner en peligro a los bebés que finalmente terminan durmiendo con sus padres. Es que, científicamente, no hay impedimentos psicológicos ni físicos para practicarlo. Lo que sí hay son formas seguras de realizarlo.
El colecho y la lactancia Cuando la mujer coloca al bebé al pecho para dar de mamar, hay una hormona llamada prolactina que sube rápidamente. Esta será la encargada de la producción de leche materna, pero no solo influye en la producción, sino que tiene un efecto sedante y relajante en el cuerpo de la mujer.
La naturaleza diseño la lactancia de forma que sea una experiencia placentera en la mujer y la ayude a descansar y recuperarse. Por esta razón, cuando la mujer da de mamar en las noches, su cuerpo se prepara para descansar junto con el bebé. Y esta hormona tiene la particularidad de aumentar más en la noche. Elemento fundamental para mantener y subir la producción de leche, así como para el descanso de la mujer.
Pero ¿cómo afecta esto en nuestras prácticas de descanso? Si la mujer se levanta cada vez de su cama para poder dar el pecho a su bebé, con el correr de los días puede ser una experiencia muy desgastante, pues tiene que luchar contra su propio cuerpo procurando no dormirse. Algunas mujeres lo logran sin problema, y no les resulta una molestia tener que hacerlo. Sin embargo, para otras esto puede ser tortuoso, y finalmente o desisten en la lactancia en la noche, o terminan practicando un colecho improvisado. Aquí es donde resulta importante tener claras las medidas de seguridad.
Recordemos que la lactancia materna se asocia con un menor riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante cuando se trata de lactancia materna exclusiva. (Hauck FR, Thompson JM, Tanabe KO, Moon RY, Vennemann MM. Breastfeeding and reduced risk of sudden infant death syndrome: a meta-analysis. Pediatrics. 2011 Jul;128(1):103-10.)
“Estudios evolutivos comparativos indican que los bebés humanos están poco desarrollados neurológicamente al nacer, y por lo tanto requieren un contacto físico cercano para la seguridad, la regulación fisiológica y la alimentación frecuente. La ecología del sueño específica de la especie implica el contacto cercano con un cuidador y los despertares frecuentes durante los primeros 6 meses de vida.” (https://www.unicef.org.uk/babyfriendly/news-and-research/baby-friendly-research/infant-health-research/infant-health-research-bed-sharing-infant-sleep-and-sids)
En conclusión, dentro de las medidas de seguridad para un sueño seguro, cada familia verá las distintas formas convenientes para sobrellevar de la mejor manera posible las noches con un bebé o niño pequeño.
No existen reglas únicas ni verdades absolutas. Lo importante es que seamos conscientes y responsables de las practicas que realizamos, buscando información actualizada que nos permita a los padres tomar decisiones informadas.